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La UPC-ESEIAAT analiza la calidad del aire y el confort térmico en sus aulas en tiempos de pandemia

La UPC-ESEIAAT analiza la calidad del aire y el confort térmico en sus aulas en tiempos de pandemia

¿Cuando se ha de ventilar un aula? Es necesario mantener permanentemente las ventanas y las puertas abiertas? Hacerlo en según que época del curso, permite el desarrollo normal de la actividad docente? Para garantizar la ventilación de una sala ocupada y por tanto reducir el riesgo de contagio por COVID, no se pueden superar las 800-1000 ppm (partes por millón) de CO2. Si no se dispone de ventilación forzada y no se pueden mantener estos niveles, entonces es necesario abrir puertas y ventanas periódicamente.

Ahora, el Grupo de Investigación e Innovación en la Construcción (GRIC) de la Universidad Politécnica de Cataluña · Barcelona tech (UPC) en Terrassa ha monitorizado la calidad del aire en las aulas de la Escuela Superior de Ingeniería Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) en colaboración con el servicio de infraestructuras de la UPC y otros grupos de investigación especializados en el área.

El trabajo comprueba objetivamente que el modelo de pautas a seguir para mantener un ambiente a la vez seguro y confortable dentro de los espacios docentes del ESEIAAT es el adecuado. Para ello, los investigadores han monitorizado las aulas en condiciones de actividad docente durante 54 horas, distribuidas en el transcurso de 18 exámenes utilizando tanto sensores de CO2 como sondas de medida de confort térmico. Estas incluyen sensores de temperatura y humedad interiores y exteriores, de temperatura radiante y de velocidad del aire.

Este estudio servirá para ajustar los protocolos de ventilación natural de cualquier aula considerando las condiciones ambientales exteriores, las características de cada aula, su empleo y la actividad que se desarrolle, teniendo en cuenta el confort térmico tanto de los estudiantes como de los profesores.

Y es que en según qué épocas del año, abrir ventanas y puertas periódicamente puede comprometer las actividades previstas en el aula docente debido a la falta de confort térmico (demasiado frío o demasiado calor). Es por ello necesario establecer un equilibrio entre el confort térmico y la calidad del aire.

 

FOTO: Los investigadores del grupo GRIC de la UPC Marcel Macarulla y Núria Forcada en una sesión de análisis de la calidad del aire y del confort térmico en un aula de la ESEIAAT durante un examen